Monday, September 03, 2007

Gracias a Hugo Omar Curto

El sábado pasado La Fiera y un servidor nos trasladamos al Partido de 3 de Febrero, más precisamente al CeDeM N°2 de Caseros, para presenciar el combate estelar entre el chaqueño César Cuenca (63,800) contra el neuquino Juan Alberto Godoy (64,500) categoría Welter.

El Campeón Argentino Superligero (categoría en la cual no pelea desde 24 de Septiembre de 2005 por falta de rival) demostró su clase y fue vencedor por puntos del neuquino, imponiéndose en todos los rounds.

La sorpresa de la velada fue que la entrada era libre y gratuita para todo el que quisiera ir. Incluso las entradas numeradas de ring side no se vendían sino que se daban por invitación. Y aunque el sánguche de milanga requería cierto dominio del mandibuleo debido a la sobre cocción de su ingrediente principal, el chori cumplía con creces y la cerveza te la vendían en tacho de litro por persona, algo que no se veía desde los Torneos Evita del año '51.

Y todo esto, que merece resaltarse, no es más que la reedición del Gran Pacto Justicialista: Felicidad para los Niños, Deporte para la Juventud, Pan, Paz y Trabajo para todos.

Enviamos entonces nuestro total agradecimiento al amigo Hugo Omar Curto, Intendente y Peronista!

3 comments:

La Fiera said...

La noche era propicia para una gran velada de boxeo en el feudo del gran intendente justicialista Hugo Omar Curto. Cerveza, Choripan, el gran osvalidto Principe, Charanguito, ambiente colorido, cientos de purretes haciendo de las suyas, y alegría para el pueblo peronista.

Entre los hechos para destacar meciono la falta de auspiciantes (apenas las legendarias anilinas Colibrí, y el restaurante Maracaibo, que seguramente entregó algunos vales en canje para comidas de campaña) y un cartel donde podía leerse:
"Está terminantemente prohibido golpear con los pies el chapón de la tribuna". (No hace falta aclarar que la prohibición no asustó a nadie, y el chapón era violentamente azotado con cada sopapo que se daban en el cuadrilátero).

Eso sí, debemos ser sinceros y aclarar que los púgiles en su mayoria no estuvieron a la altura de la circunstancias.

Sancho said...

Qué lindo! Qué lindo! No saben cuánto, cuánto hubiese querido estar ahí. Esas luces balnqucinas, esa cerveza en balde de litro, el choripán, la alegría nocturna (¡la prohibición de golpear el chapón de la tribuna!!!!) En fin, lo estoy palpitando desde el hostil lunes porteño y juro que envidié. Ojo: ¡con sana envidia peronista eh! Casi me parece respirar el neon, las sillas de plástico blanco del ring side, el bullir del que se alegra en comunidad ni no en la egoista tontera de un plasma 42 pulgadas. Viva Caseros carajo!

Nachete said...

Coño¡

Vayan preparando una velada de boxeo en mi proxima visita a Buenos Aires.