Saturday, November 10, 2007

Requiem por Norman- Mailer in memoriam




Requiem por Norman - Mailer in Memoriam


Estimadores pescadores, estamos de luto. Norman Mailer ha muerto. Mando algunos comentarios de sus entrevistas o frase celebres; cuando un maestro escribe o habla, prefiero no decir mas:


Hay una ley de vida, cruel y exacta, que afirma que uno debe crecer o, en caso contrario, pagar más por seguir siendo el mismo.


El éxito es sólo la mitad de bonito cuando no hay nadie que nos envidie.


La revolución feminista ha convertido a la mujer en ese tipo de hombre que a mí me entristecía cuando era joven, ese que tenía que trabajar de nueve a cinco de manera aburrida y nunca era dueño de su destino. Ahí es donde acabó su revolución, su asalto al poder.


A fin de cuentas, un héroe es alguien que quisiera discutir con los dioses, y así debilita a los demonios para combatir su visión.


Hay que ser un artista para entender a otro. Los críticos de arte no se parecen mucho a los grandes pintores.


Siempre sabemos mucho más de lo que pensamos, si no, no podríamos ser escritores.



Estas frases son con motivo de su último libro


Es imposible no sentirse identificado en algún pequeño punto con el protagonista [Hitler], así que el libro les resultará ofensivo a muchos judíos. No les va a gustar. La derecha lo odiará. ¿Dios no es todopoderoso? ¿No es un ser lleno de amor? Sí, tengo la certeza de que habrá una resistencia considerable”, continúa regocijándose. “Y a un montón de radicales no les va a gustar porque la mayoría de los radicales creen que hablar de Dios y del diablo es retrógado

“¿Sabes? El verdadero daño que infligió Hitler a los judíos, tras matar a seis millones, fue machacar las mentes de los que no murieron. Antes de Hitler, la mente judía era mucho más inquieta y mucho más elegante”.


“mil palabras son llevaderas. No lo hago todos los días. Puedes descansar un día, pero debes saber que, entonces, te has tomado un día libre. Si te dices que vas a trabajar al día siguiente entonces es que estás metido en faena y que ya estás pensando en lo que vas a escribir. Lo peor es acceder a ir a un picnic cuando te habías prometido que trabajarías”. Cuando le comento que en su larga trayectoria los picnics han afectado a su trabajo, replica: “Los picnics son un coñazo”.


“Escribir una novela es, en cierta medida, como una escalada. Si eres ambicioso, intentas retos que están más allá de tus fuerzas. Hay muy pocos novelistas realmente ambiciosos, Martin Amis, Pynchon, Cormac McCarthy... Sentí que había llegado el momento de intentar una cumbre más dura, de intentar algo más allá de mis costumbres y técnicas. Pensé: ‘te estás haciendo viejo, así que debes intentar algo muy grande’. Y pensé que tenía que hacer el intento, porque era realmente interesante, como en realidad he estado haciendo toda mi vida. Eso es lo que te esperea si eres un profesional. Tienes que aprender más y más qué es lo que estás haciendo”.


“Mira, creo que he ejercido cierta influencia en la conciencia de nuestro tiempo, pero no la he cambiado. No, todo ha ido a peor. Todo lo que detesto ha empeorado. La arquitectura de los rascacielos, el plástico, los coches han prosperado. Y la mala escritura. Sí, todo lo horroroso ha prosperado de verdad. Cuando era joven, los escritores solíamos pensar que las novelas podrían cambiar el mundo, pero no, es la televisión la que lo cambia”.

2 comments:

Gilgalad said...

"Then a big projectile exactly the size of a fist in a glove drove into the middle of Foreman's mind, the best of the startled night, the blow Ali saved for a career. Foreman's arms flew out to the side like with a parachute jumping out of plane, and in this doubled-over position he tried to wander out the centre of the ring. All the while his eyes were on Ali and he looked up with no anger as if Ali, indeed, was the man he knew best in the world would see him on his dying days. Vertigo took George Foreman and revolved him. Still bowing from the waist in this uncomprehending position, eyes on Muhammad Ali all the way, he started to tumble and topple and fall even as he did not wish to go down. His mind was held with magnets high as his championship and his booy was seeking the ground."

Norman Miller

Nachete said...

Una de la crónicas que serán recordadas como las mejores del periodismo.