Tuesday, November 20, 2007

A veces estoy cuerdo

Hoy buscando unos temas, que no vienen a cuento, recuperé un escrito manuscrito que pretendía ser parte de mi segunda novela "Lloran tus ojos azules". Por olvido nunca lo incorporé, ahora me parece un material interesante tanto por solitario como en compañía del resto de la novela:

(...)

A veces estoy cuerdo, y entonces es cuando pienso que algo he hecho mal. ¿Qué pasó con nosotros?, ¿Porqué me engañaste?, ¿Porqué nunca he querido perdonarte?


A veces estoy cuerdo, y es cuando pienso que fuiste un sueño, confundo la realidad con la mentira. Una es día , la otra es noche. La tristeza es felicidad, algunas veces mi pasada felicidad es muy triste. Y eso es porque a veces estoy cuerdo.


Miro por la ventana, la ventana de un tren que no me lleva a ningún lado. NO tiene paradas, ni fin de trayecto. Craquetea en mi el sentido de la culpabilidad. El arrepentiemiento de haber perdido la mujer más maravillosa.


Cuando estoy cuerdo, y cuando no lo estoy, agarro mi vieja "strato" y toco sin bafles, porque mi cabeza sabe escuchar aquella melodía.


Si me levanto sereno por la mañana, enloquezo por la tarde. Si la tarde se viste de razón, la noche es un velatorio que me retuerce las entrañas. Si logro dormir en la vigilia, temo despertar en inconsciente lloro, mojado por las lagrimas de la desesperación.


POr eso te escribo ahora que estoy cuerdo. Te pido perdón, sólo porque te amo, te quiero y te deseo por eso imploro que vuelvas conmigo.


Pienso, cuando estoy cuerdo, y me amargo. NO puedo dejar de hacerlo. Miro el frío techo amarillento roido por la desesperación de la locura. humedo por el ambiente gelido, destemplado. Techo eterno de sueños perdidos, incomprendidos aventureros que por buscar en sus cerebros terminan viendo la fria techumbre. Somos como todos los demás, podemos ser más que los demás, porque intentamos dar un paso más para estrellarnos con violencia contra la pared de la simplicidad.


Miro a la oronda enfermera que me cuida, desgraciada por la condición solo satisfecha con sus cinco donuts mañaneros; y comprendo que la vida es cuestión de prioridades.


Oronda prioridad es querer recuperar mi amor, aquel que me hace sufrir.

2 comments:

La Fiera said...

Está muy bien esto Nachete, tiene ritmo, una cadencia precipitada, un porqué, y hay poesía merodeando.

Me gustó, dale por acá que se llega a algun lado.

Gilgalad said...

Yo no me acordaba de esto pero ahora que lo leí (creo que nuevamente) me pareció lo mismo que La Fiera.

Tiene un ritmo de locos, insinúa mucho, me encanta ese autodiálogo, me parece muy valioso que salgas de algo que es típico en vos y que es la descripción de acontecimientos y situaciones.

Ese diálogo interno me parece fabuloso.