Saturday, December 15, 2007

La ciudad cósmica de la Ferrería

Hay en Durango (México), a las afueras de la ciudad, aproximadamente a 7 kilometros; unas ruinas llamadas La Ferrería de la cultura Chichahuita donde probablemente Bod Dylan se inspiró dadas las propiedades cósmicas del lugar.

Es una inmensa serranía que en sus faldas le baña el río Tunal. Para llegar tienes que cruzar un puente que sortea dicho afluente. De lejos te parece una montaña más dentro de las rocosas.

Llegué una mañana de día laboral y por ello no habían mas turistas. Me llevó un taxista y en el lugar no había más que una persona en la entrada de la casa de campo-museo. Dicha casa marcaba la salida para realizar todo el recorrido.

Aquel hombre de complexió fuerte, rostro sobrio y alto, era un tipo típico de Durango, es decir, a cualquier pregunta que le hacías, la analizaba y te contestaba despacio pero buscando la más correcta de las respuestas.

En un cartel decía que existían visitas guiadas si se solicitaban con tiempo. Es por eso que no dude en preguntarle:

- ¿Podría tener una visita guiada aunque no haya avisado?

(silencio de unos cinco segundos)

- Espere porque tengo un guía dentro que ahora le pregunto.

Pasa un tiempo, aprovecho a registrarme en el libro de visitas, cuando vuelve me comenta:

- No hay problema hay un guía, usted le debe pagar la voluntad.

- Ah, perfecto, ¿se la pago ahora con la entrada o se lo doy a él después?

No contesta y se va por la parte de atrás de la casa, esta vez por fuera, y me dice antes de irse:

- Ahora viene el guía.

Me preparo para salir, esperando al guía y en ese momento ante mi absoluto asombro sale por donde se había ido el hombre de la puerta y dice:

- Buenos días comenzamos la visita.

Miro extrañado al taxista que se ríe. Es algo muy típico de los mexicanos, por alguna razón aquella persona no quería incomodarme diciéndome que el era el que estaba en la entrada y además hacía de guía; pero a mi me pareció tremendamente cómico.

Luego empezó la visita, y me contó anécdotas increíbles, lugares donde se notaban las buenas vibraciones y sitios que era mejor que no pisáramos (lugares de sacrificio).

Por alguna razón, en algunos lugares te sentías especialmente bien. A mitad de camino una piedra horadada, se sentía mucha energía al tocarla, pero del todo incomparable a la parte alta donde estaba la pirámide y donde se podía ver a 360% mas de 100 kilometros de lontananza. Era un lugar perfectamente seleccionado por aquella tribu india para vivir y adorar a sus dioses.

Cosas raras habían pasado en aquel lugar, como aquel chico del pueblo de Durango que enloqueció e intento llevarse la base de una columna. O aquel grupo de tipos de fuera de Durango que llegaron muy bien y cuando subieron arriba, aprovecharon para amarrar una piedra enorme e intentar huir con ella.

El guía me contó que estos tipos tenían un gesto totalmente distinto como si hubieran tomado algún tipo de droga. Quizás habían pisado aquel lugar de sacrificio donde nadie vivo debía pasar.

Me habló de tantas cosas de los dioses, los alacranes y las víboras del lugar que cuando se nos cruzó un chapulín, pegué un grito que si no hubiera sido tan educado se hubiera descojonado de mi.

Aquel lugar de misteriosas pinturas rupestres y sin pirámides, me dejó tan confundido e intrigado como el misterio que tenía aquel guía.

Sólo llevan descubierto un tercio de aquel lugar, no es una maravilla arquitectónica como otras, pero la sensación mística de aquella antigua ciudad me parece única.

5 comments:

Gilgalad said...

Este relato tiene mucho buenísimo y mucho que no me gusta tanto. Me encanta el comienzo, tiene un imán, te mete en el lugar de inmediato, tipo relato beat pero por momentos decae.

Yo creo que estaría bueno que lo reescribieras tomando los elementos que te ocurrieron pero sustrayéndote más de tus propias impresiones.

Le sacaría lo siguiente y rellenaría con historias inventadas y otras cosas:

"Es algo muy típico de los mexicanos, por alguna razón aquella persona no quería incomodarme diciéndome que el era el que estaba en la entrada y además hacía de guía; pero a mi me pareció tremendamente cómico."

"Sólo llevan descubierto un tercio de aquel lugar, no es una maravilla arquitectónica como otras, pero la sensación mística de aquella antigua ciudad me parece única."

Habría que armarlo en historia y ponerle un lindo final.

Nachete said...

Curiosamente:

"Es algo muy típico de los mexicanos, por alguna razón aquella persona no quería incomodarme diciéndome que el era el que estaba en la entrada y además hacía de guía; pero a mi me pareció tremendamente cómico."

Iba a ser la anécdota central de la historia.

Pero es verdad que esa parte es para contar no para escribir.

Voy a editarlo de nuevo a ver que tal.

Gilgalad said...

Me quedé pensando... lo que no me gusta de eso no es el párrafo en sí sino la estereotipación y un adjetivo. Algo así iría mejor (creo yo)

"Por alguna razón aquella persona no quería incomodarme diciéndome que el era el que estaba en la entrada y además hacía de guía era él; pero a mi me resultó cómico."

Cómo la ves?

Nachete said...

el problema es que aunque séa un estereotipo es cierto que es muy típico de los mexicanos o al menos lo pienso:

Como buen mexicano no quería incomodarme diciéndome que él era el que estaba en la entrada y además hacía de guía; algo que me resultó cómico, porque de ninguna manera aquel doble papel suyo me preocupaba."

Queda un poco largo, eso sí

Nachete said...

ah por cierto el empleo de tremendamente era un asco.