Friday, January 25, 2008

En el rincón azul

No se trata de esperar a nadie en la puerta con un ramo de flores
ni de ejecutar una sonrisa que reemplace a las palabras
porque no se trata de rellenos
ni de dobles lecturas.

No se trata de estar disponibles a cualquier hora
ante cualquier problema
ni de ser una aspiradora de necesidades.

Ni de escoltar gente hasta la parada del bondi.

No se trata de jugarla de preocupado
Ni de memorizar el número de las chapas de los taxis
ni de pedir que te manden un mensaje cuando lleguen.

No se trata de perder el sueño ni la vigilia,
no pasa por esperar el momento adecuado para hablar
ni de pensar estrategias sobre el tablero.

No se trata de quedarse mirando los mapas,
ni de hacerle gentilezas a nuestra propia sombra
ni de jugar al atento.



Cuando suena la campana
se trata de salir a dar y a recibir.
Se trata de la ley del palo por palo
y de no esperar nunca a nadie.

4 comments:

Sancho said...

Una belleza.
Me sorprendió ese final revelador: luminoso.
Es perfecta la idea subyacente e insinuada, porque el boxeo es amor. Amor sin mezquindad. A veces, incluso, amor hasta la muerte. Amor verdadero, sin protocolos burocráticos y aborridos. Amor de sangre en las venas como el que sentía Bukowski por las carreras de caballos (y creo que por el boxeo también)

La Fiera said...

Es así, pibe. Hay que abrir bien los ojos, tener la guardia siempre levantada, la cintura bien fina, los pies atentos, los codos pegados al cuerpo, la rodilla flexionada, y no dejarse engañar. Hay que estar preparado para el cross de derecha directo a la mandibula, el gancho al hígado, el jab a la nariz. No hay que dormirse nunca, pibe, nunca, porque te vas a la lona.

Anonymous said...

De eso se trata el enfrentamiento con el otro. Uno quiere estar a la defensiva, preparado, lo más seguro posible y lo cierto es que nada de lo que pueda pasar se sabe hasta la hora de los bifes.

Gilgalad said...

De lo que se trata es de no ser boludo con el que siempre es el enemigo y de no bajar la guardia.