Wednesday, April 30, 2008

A la Sombra de la Mujer Gorda


A la sombra de la mujer gorda
no crecen los limones
ni hacen fuego los pescadores.

A la sombra de la mujer gorda
hay un jardín de cactus
y una vela siempre encendida.

A la sombra de la mujer gorda
florecen renacuajos en los charcos
y automóviles despintados en las veredas.

A la sombra de la mujer gorda
hay un pigmeo que escala sus muslos
buscando el mar.

A la sombra de la mujer gorda
un eunuco, un payaso y un director de cine
están ensayando una comedia.

A la sombra de la mujer gorda
un caballo patas blancas y una linda rubia
que salió a pasear desnuda.

A la sombra de la mujer gorda
mil balas de metralla
no consiguen dar en el blanco del horizonte.

A la sombra de la mujer gorda
estuve leyendo un libro de Ferlinghetti
que se me cerró en la mejor parte.

A la sombra de la mujer gorda
un estornudo de la mujer gorda
hace tiritar a la tierra.

A la sombra de la mujer gorda
es un milagro dormirse
sin escuchar el acelerador de un Dodge Polara.

A la sombra de la mujer gorda
alguien se queja de los que están afuera
de la sombra de la mujer gorda.

¿A la sombra de la mujer gorda,
no habría que fusilarla con el sol?

3 comments:

Gilgalad said...

Sos un crack. Está impresionante como todo lo que escribís sobre todo en relación a la femeneidad y los tortuosos movimientos que las mujeres generan en los hombres.

Te devuelvo el halago. Tus poesías son invencibles.

Nachete said...

Pura comedia, inspiración Quevediana, genial.

Sancho said...

Excelente.Inesperado.Sencillo. Fulminante.Valga la paradoja, y como diría el gran B: sin un gramo de grasa.