Hay que verlos
en bondis gitanos y Fiats Super Europa
cayéndose por las rutas heridos
con los capots abiertos
y las cabezas hundidas en los intestinos de fierro.
Hay que ver a los que se salvan y llegan al disco
a tomar y cantar y fumar y celebrar
lo poco que falta, lo mucho que queda.
Hay que ver cómo se las arreglan los sesenta mil
para juntar monedas y pagarse el asiento en la caravana
y así no encontrar excusas para dejar de gritar
el que abandona no tiene premio.
Arman las tiendas, los fuegos
le sacan punta al mástil, lo van midiendo,
cada trapo en su guantera,
cada mono en su costal.
Una vigilia donde los que no tienen nada, encuentran.
Antes que el caballo pique en punta
hay que entrar al hipódromo a jugar los boletos
mientras la noche nos espuma,
entre lamparitas que no alumbran
y miles de cabezas empinadas
en un embudo de tierra y barro,
entre asombradas casas del suburbio de Tandil.
Hace frío en el infierno, antes de que salude Lucifer.
Pero cuando llega el Mandarina
se tira rock con olor a maldiciones
entonces el infierno está encantador
y los que saben soplar, saltan como melones
antes de que el carro los acomode de un sopapo.
Antes de que una niebla sucia nos delate
y nos envuelva para siempre
en el humo de los perdedores.
Sunday, July 06, 2008
Redondo y de ricota
Publicado por La Fiera en 7:46 PM
Etiquetas: Poemas del Placard
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8 comments:
Guauuuuuuuuuuuu....
Es para mirar a la luna y ponerse a ladrar.
Está lleno de esas imágenes tuyas tan sobrecogedoras, abundantes de carne, que te muerden, una suerte de manada de lobos cebados declamando poesía en esos aullidos lobunos.
Me mata especialmente:
"Hay que ver a los que se salvan y llegan al disco
a tomar y cantar y fumar y celebrar
lo poco que falta, lo mucho que queda."
"Una vigilia donde los que no tienen nada, encuentran."
y esta última imagen es como un rito, como un taboo campestre. tan sólo cuando la pienso, veo sandías en lugar de melones y no sé por qué.
"y los que saben soplar, saltan como melones
antes de que el carro los acomode de un sopapo."
Leer esto es respirar la niebla vislumbrar al pequeño diablillo pelado de los anteojitos subir a escena con su aura maldita.
A mí me encanto "mientras la noche nos espuma"
y "miles de cabezas empinadas en un embudo de tierra y barro"
Muy bueno.
muy bueno!!! en este poema se respira el espíritu del rock & roll ricotero de pura cepa.
Muy bien Fiera, una descripcion alucinante de la liturgia del rocanrol. Es que hay tipos que se cocieron en ese estofado y no hay nada que hacer.
Y pensar que despues hay que soportar que ensalsen a sobrevaluados palos con raros peinados nuevos y cerebros estériles, destalentados.
La imagen que alguna vez le escuche al indio es "cuando el carro anda, los melones se acomodan".
Mucho, mucho; mucho ahí, Fiera.
No explicaste lo inexplicable, hiciste algo mejor: lo sugeriste.
Yo también soy de los que están enredados hasta el tuétano con la lírica, la música, y la mística ricotera.
Te cuento que hace muchos años llegué a Tandil en un micro que seguro que no pasaba las inspecciones municipales.
Salimos de Parque Rivadavia.
Por ahí andaba yo, entre pibes desangelados, también yo; un patético viajante. Tenía puestos mis alcoholes, mi vagullo, y los restos de un corazón arrasado por los hechizos de una hermosa chica de Caballito.
El viaje fue largo y clandestino. El paisaje claroscuro, y la lluvia, un fiel perseguidor.
Finalmente el micro dejó la ruta y vi las casas viejas de Tandil, los acampes por donde fuese, los trapos. Sentí ese remolino que se te cuela por el ombligo durante la previa ricotera.
Me acuerdo que me levanté del asiento y fui para adelante. Aferré la siniestra en el respaldo del conductor, y me incliné para ver la trompa del micro despejar una nubecita de vapor que se alejaba del pavimiento.
Se me saltaron las lágrimas en un segundo, Fiera.
Ya no era distinguir si tristeza o si emoción; era acá y ahora. Era eso Fiera.
Tal como dijiste vos, Maro, esto es poema sobre poema. Deberías cortar y pegar y poner este mensaje que tan buena continuidad hace sobre la poética fierística
Se me acabaron los adjetivos supremos para definir tu escritura "Fiera".
Creo que sólo me queda hacerte la ola
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