Saturday, March 14, 2009

El diablo de la guitarra


Nací en el año 46 en la ciudad de Nashville, la capital del country y catedral de la música americana.

A mi padre un comandante del ejercito, cuando yo era todavía un bebé, le asesinó un compañero de la segunda guerra mundial ya cuando los dos eran veteranos. No me acuerdo de él, era demasiado joven, nunca se supo porque le mató el amigo.

Mi mamá fue mi guía espiritual y la persona que nos hizo a mi hermano y a mi llegar lejos. Después de enviudar decidió ganarse la vida en Daytona, y para Florida nos fuimos los tres. Siempre nos apoyó.

A los ocho años a mi hermano Gregg le compran una guitarra; yo tenía seis, como veo que no la da uso, la tomo como otro juguete para mí. Es un poco más complicado que los demás, pero me gusta. Primero toco sólo una cuerda a la vez, a la semana descubro los acordes, al mes soy capaz de repetir cualquier acorde. Mi hermano alucina conmigo y me la regala.

Poco después, unos familiares vienen de Nashville a vernos; son músicos y empiezo a escuchar country gracias a sus consejos. Recuerdo que hablaban con mi madre con signos de emoción, cuando lo único que hice es seguirles esos fáciles acordes y lindos ritmos de las canciones que cantan de Hank Willians. Cuando uno me dice, canta también le digo, no, no yo sólo juego con la guitarra, cantar es algo serio.

A los 12 años en los billares de la “main street” conozco a un amigo de 18 años que toca la guitarra y me deja discos de blues tocados por negros. Se me abre el cielo en ese momento. Ya no puedo dejar de escuchar a Robert Johnson y compañía e imitarlos. Empiezo a tomármelo en serio. No puedo estar un día sin tocar la guitarra menos de seis horas.

Con 13 años toco mejor que aquel chaval que me había enseñado tanto. Me dice que me dedique a ello. Lo tengo claro, le hago caso y montamos nuestra primera banda The Hour Glass con mi hermano. Nos aburrimos porque nos obligan a parecernos a aquellos aburridos músicos de Liverpool.

A los 17 tengo una fuerte neumonía. Mi hermano me trae un bote de pastillas (es la primera vez que veo pastillas en un bote). Me hace gracia, sé que los “blues man” tocaban con tubos… intento imitarlo y empiezo a tocar el slide; consigo de forma milagrosa… nunca sabré como pude, tocar el slide como si fuera algo innato en mi. Replico, pero en slide, el famoso sólo de Statestoboro blues que tanta fama y reconocimiento me daría. Mi hermano no cree lo que está viendo y me dice que he vendido el alma al diablo.

A los 18, iba a colaborar en una canción con Wilson Picket después de que alguien me recomendara, colaboro en todas las canciones y me convierto en un guitarrista de estudio blanco para estrellas negras.

A los 20 sacamos el primer disco de los Allman. Al mismo tiempo, Eric Clapton quiere colaborar conmigo, hacemos el Layla con mis 21 y 22 años estoy tocando el éxito. Es un gran disco, lo pasamos en grande y nos metemos demasiada droga. El pobre Eric y su vida tan triste y solitaria, nunca le olvidaré, te estoy esperando desde hace tiempo.

A los 23 damos los mejores conciertos de la historia del rock mi banda: the Allman Brother Band. En Fillmore East me siento inspirado y durante seis horas de áquel mítica noche, todas nuestras canciones parecen inspiradas por Dios. Buen material que pasará a la historia como de lo mejor del rock.

A los 24 me empotro con mi Harley contra un camión. Me muero sin quererlo. Me hacen un memorial, pero yo necesitaba más tiempo para haber hecho mas cosas.

A pesar de mi corta carrera soy considerado el segundo mejor guitarrista de la historia por detrás de Jimmy Hendrix (según Rolling Stone magazine). Cómo dice él cuando tocamos música aquí para unas diablillas muy cachondonas, “yo soy músico y toco como los angeles la guitarra; tu no eres capaz escribir dos notas seguidas, pero eres el maldito diablo de la guitarra”.

4 comments:

Gilgalad said...

Parece Johnny Ramone.

Nachete said...

no me jodas, mas bien Jhonny Ramone parece Duane Allman.

panda de iconoclastas¡¡¡

La Fiera said...

vamos mejorando la grilla del rock.
Ya falta menos para llegar a los verdaderamente buenos, ja!
Salú

Nachete said...

que bestia eres La Fiera.

Comprendo que lo de la Marshall Tucker Band sea una frivoloté mía.

Pero sobre Duane, pregunta a cualquiera que sepa.