Wednesday, February 17, 2010
Alerta paranoicos
Que repique sorda la campana
que brillen los cuchillos en sus fundas y los nardos en cada solapa,
Que se caiga el cielo arriba nuestro.
¡Que los posaderos guarden su cerveza bajo siete candados
y los tenderos, sus sedas bajo la carbonera!
Todos los topos a sus agujeros.
Es la hora de la posteridad cuestionable
La hora del sudor.
La hora del que no quiere ser bendecido
del que aspira a morir solo sin más que la grata compañía de un cuervo.
Es la hora del mejillón,
del concierto de hipoacúsicos
la hora del fiasco y del fracaso
y de las putas que cobran,
de las ojotas del futuro
y las almendras tontas.
La hora del martillo,
de los insectos, de los clavos,
la hora del bongó y de los diablos.
Alerta paranoicos
Que los tuertos despierten en hamacas.
Que coronen al rey de los salmones.
Que las yeguas amamanten a los gordos.
Y que los desiertos se sequen de lágrimas
y canten la buena nueva
porque ya ha venido el redentor de los cerditos
de todos nosotros,
que dormimos pensando en vasos y dados,
que nos contentan con una manzana en la boca
antes de mandarnos al horno.
Requiem para un descocido.
Alerta paranoicos.
Publicado por Gilgalad en 9:47 AM
Etiquetas: Poemas del Placard
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
5 comments:
me hablaban a mi???
(al margen del poema, bellisimo, estimado Gilga, tengo para mis tes, las mismas tazas.)
Increible... fue una foto que encontré en Google Images.
Me encanta la armonía bíblica de esta invocación. Lo tuyo está en lafantástica comunión entre templos y mercados; reconozco esa dimensión dionisíaca de la palabra pronunciada con un pie en el cabaret y el otro en el púlpito, sin dejar de sostener el pucho en la oreja.
¡Bienaventurados los que omiten higienizarse el ojo anal, porque de ellos será el Reino Unido!
Gilga estos partidos no los pierde nunca. Se le caen las imagenes como las migas de pan encuentran el suelo.
Post a Comment