Tuesday, March 16, 2010

Ese sol que brilla verano

te morís de sed
o calor, agua y mosquitos;
o todo cuesta arriba
subiendo la bicicleta
contra el viento de invierno
que te agita las muelas;
los tragos cortos de las bartenders
que se quedaron afuera de la carrera fashion
de la tapa de Vogue
(edición pascualina)
Enero 2006, cuando tenía diecinueve
y regala su bronca acortandome el whisky;
Los hijos de los otros
con sus babeos, sus gateos, su idioma intelegible
sus padres que sonríen indulgentes
buscando un complice
para hablar de pañales.
La mala comida, apurada, de mala muerte
de un mal lugar de turistas, que no vuelven,
que no saben que sí pueden
comerse al cocinero.
Pero nada, en toda mi existencia,
ni la soledad, ni el deseo, ni la fuga,
ni la progenie, ni el serrucho,
ni el pronóstico del tiempo,
nada, en toda la vida,
nada
nada
me causa más repulsión
que las alfombras.

1 comment:

Sancho said...

Qué buen ritmo enumeratorio; voto por él, del que soy militante. La primera parte me resultó ajena, después fui entrando hasta llegar al gran momento: "ni la progenie, ni el serrucho,ni el pronóstico del tiempo" tríada ácida, dulce y picante,digna de un bocado creador y recordable.