Año 1978 no recuerdo nada, tenía sólo 5 años.
Año 1982, ese año tenemos un golpe de estado, viene el Papa y se celebra un mundial de fútbol en nuestro país. España quiere salir de las tinieblas y nos quitamos algunos, no todos, de nuestros complejos como país.
Pero hacemos un mundial mediocre, y desde el primer partido se ve que no tenemos ninguna posibilidad. Ni nos la creemos ni tenemos equipo para ganar.
Año 1984, la furia española consigue con sorpresa ser finalista de una Eurocopa. Recuerdo esas noches de verano en el jardín de casa de mis padres sacando la tele y disfrutando de los goles en el último momento de Maceda. La final, Platini y un fallo catastrófico de Arconada nos hace perder una vez más.
Con un equipo joven, lleno de elementos de la quinta del buitre llegamos a México 86; una muy buena selección, bien equilibrada y con mucho talento. Empezó complicado con un empate ante Brasil y con un gol fantasma anulado a Michel. Pero pasamos la primera fase con dos victorias y los cuartos con un espectacular 5-1 con cuatro goles marcados por “El Buitre”. Estábamos jugando muy bien y soñábamos con llegar a semifinales; en esa época aunque se pudiera pensar lo contrario por la prensa sensacionalista, no teníamos conciencia de que España pudiera ganar un mundial, pero semifinales era una meta posible. Nuestro rival en cuartos era, un aparente más débil que Dinamarca, Bélgica; pero la sombra de Jean Marie Paff fue más alargada que nuestros disparos y nuestro único consuelo es que este grandísimo portero se reencarnó después en un chico de Mostotes llamado Iker.
Al menos los éxitos del 84 y el buen juego del 86 nos hace ser por primera vez una selección a respetar y un rival difícil; pero poco más.
El mundial 90 fue insulso para Espña, al menos dentro de mis recuerdos; y perdimos in extremis en octavos, esta vez contra Yugoslavia. Nos fuimos demasiado pronto a casa.
Entre medias tenemos nuestra máxima realización deportiva hasta el momento, organizamos unos juegos olímpicos, nos llevamos más preseas que todas las olimpiadas anteriores sumadas y el oro en fútbol con in Nou Camp lleno de banderas españolas; demasiado para nuestro body en una generación de futbolistas excelente que ya veremos como Tassoti destruyó de un codazo.
EEUU 94, contra sorpresa la España de Clemente jugó muy bien al fútbol, sin embargo una terrible Italia nos eliminó con un arbitro que no supe ver un penalty en el último minuto a Luis Enrique, codazo que hizo sangrar la nariz y llorar al grandísimo jugador español y que en el reciente mundial ha sido merecidamente recordado por algunos de nuestros jugadores.
España entraba en depresión de nuevo y con la idea de que nunca pasaríamos a semifinales. Los aficionados nos concentrábamos de nuevo en los clubes y en lo éxitos deportivos de otras selecciones. Estar entre los grandes de waterpolo, baloncesto, balonmano o hockey no satisfacía nuestra hambre de futbol de selecciones.
Del mundial 98 no voy a hablar más que de la cara de decepción de Hierro antes de irse a casa en la primera fase… ¡y eso que éramos un equipazo ¡
El mundial 2002 fue algo parecido al de México, con peor equipo pero jugando para merecerse, y no más, el pase a semifinales; claro que si un arbitro no concede un gol claro, nuestro en el último minuto contra la anfitriona Corea poco se puede hacer. Siempre dije y sigo pensando que si se juega a Corea como se debe jugar no debemos depender del árbitro. Pero estábamos otra vez animados creyéndonos que éramos un equipo de los grandes sin mundial. De los del no club de ganadores, probablemente los mejores junto con Holanda.
Llega el Mundial 2006 y hacemos el tonto de una manera pasmosa; perdemos de una forma que todavía no entiendo con la que finalmente fue la finalista Francia y 31 equipos permitimos que la horrible Italia ganara la final. Un mundial para olvidar.
Y entonces amigos llega el Mundial 2010, la mejor generación de jugadores españoles de la historia; un compendio de dos generaciones los medalla de plata de Sydney ( Xavi, Pujol, Caldevilla) junto con campeones y los subcampeones del mundiales de categorías inferiores (Casillas, Iniesta, Piqué, Cesc, Sergio Ramos, Villa, Torres). Recién ganadores de le Eurocopa y justos ganadores de un Mundial que al igual que los brasileños en el 70 o los argentinos en el 86, nunca olvidaremos. Ya somos parte del club y este buen equipo de una nación que no se sabía si jugaba como europeos o latinoamericanos ha encontrado su estilo propio.
¡Viva España¡ ¡Vivan los jugadores! ¡Viva el pulpo Paul!
Año 1982, ese año tenemos un golpe de estado, viene el Papa y se celebra un mundial de fútbol en nuestro país. España quiere salir de las tinieblas y nos quitamos algunos, no todos, de nuestros complejos como país.
Pero hacemos un mundial mediocre, y desde el primer partido se ve que no tenemos ninguna posibilidad. Ni nos la creemos ni tenemos equipo para ganar.
Año 1984, la furia española consigue con sorpresa ser finalista de una Eurocopa. Recuerdo esas noches de verano en el jardín de casa de mis padres sacando la tele y disfrutando de los goles en el último momento de Maceda. La final, Platini y un fallo catastrófico de Arconada nos hace perder una vez más.
Con un equipo joven, lleno de elementos de la quinta del buitre llegamos a México 86; una muy buena selección, bien equilibrada y con mucho talento. Empezó complicado con un empate ante Brasil y con un gol fantasma anulado a Michel. Pero pasamos la primera fase con dos victorias y los cuartos con un espectacular 5-1 con cuatro goles marcados por “El Buitre”. Estábamos jugando muy bien y soñábamos con llegar a semifinales; en esa época aunque se pudiera pensar lo contrario por la prensa sensacionalista, no teníamos conciencia de que España pudiera ganar un mundial, pero semifinales era una meta posible. Nuestro rival en cuartos era, un aparente más débil que Dinamarca, Bélgica; pero la sombra de Jean Marie Paff fue más alargada que nuestros disparos y nuestro único consuelo es que este grandísimo portero se reencarnó después en un chico de Mostotes llamado Iker.
Al menos los éxitos del 84 y el buen juego del 86 nos hace ser por primera vez una selección a respetar y un rival difícil; pero poco más.
El mundial 90 fue insulso para Espña, al menos dentro de mis recuerdos; y perdimos in extremis en octavos, esta vez contra Yugoslavia. Nos fuimos demasiado pronto a casa.
Entre medias tenemos nuestra máxima realización deportiva hasta el momento, organizamos unos juegos olímpicos, nos llevamos más preseas que todas las olimpiadas anteriores sumadas y el oro en fútbol con in Nou Camp lleno de banderas españolas; demasiado para nuestro body en una generación de futbolistas excelente que ya veremos como Tassoti destruyó de un codazo.
EEUU 94, contra sorpresa la España de Clemente jugó muy bien al fútbol, sin embargo una terrible Italia nos eliminó con un arbitro que no supe ver un penalty en el último minuto a Luis Enrique, codazo que hizo sangrar la nariz y llorar al grandísimo jugador español y que en el reciente mundial ha sido merecidamente recordado por algunos de nuestros jugadores.
España entraba en depresión de nuevo y con la idea de que nunca pasaríamos a semifinales. Los aficionados nos concentrábamos de nuevo en los clubes y en lo éxitos deportivos de otras selecciones. Estar entre los grandes de waterpolo, baloncesto, balonmano o hockey no satisfacía nuestra hambre de futbol de selecciones.
Del mundial 98 no voy a hablar más que de la cara de decepción de Hierro antes de irse a casa en la primera fase… ¡y eso que éramos un equipazo ¡
El mundial 2002 fue algo parecido al de México, con peor equipo pero jugando para merecerse, y no más, el pase a semifinales; claro que si un arbitro no concede un gol claro, nuestro en el último minuto contra la anfitriona Corea poco se puede hacer. Siempre dije y sigo pensando que si se juega a Corea como se debe jugar no debemos depender del árbitro. Pero estábamos otra vez animados creyéndonos que éramos un equipo de los grandes sin mundial. De los del no club de ganadores, probablemente los mejores junto con Holanda.
Llega el Mundial 2006 y hacemos el tonto de una manera pasmosa; perdemos de una forma que todavía no entiendo con la que finalmente fue la finalista Francia y 31 equipos permitimos que la horrible Italia ganara la final. Un mundial para olvidar.
Y entonces amigos llega el Mundial 2010, la mejor generación de jugadores españoles de la historia; un compendio de dos generaciones los medalla de plata de Sydney ( Xavi, Pujol, Caldevilla) junto con campeones y los subcampeones del mundiales de categorías inferiores (Casillas, Iniesta, Piqué, Cesc, Sergio Ramos, Villa, Torres). Recién ganadores de le Eurocopa y justos ganadores de un Mundial que al igual que los brasileños en el 70 o los argentinos en el 86, nunca olvidaremos. Ya somos parte del club y este buen equipo de una nación que no se sabía si jugaba como europeos o latinoamericanos ha encontrado su estilo propio.
¡Viva España¡ ¡Vivan los jugadores! ¡Viva el pulpo Paul!
6 comments:
Excelente, la mirada de un hincha honesto, con miradas y percepciones que desde otros países suenan tan desconocidos como interesantes. España me pareció siempre candidato, hasta la banqué cuando perdió con suiza. Lástima que muchos medios ibéricos se agranden y hacen que muchas veces se mida injustamente la performance de un equipo. Pero de eso, acá podemos decir poco...
De las performances que enumerás, como amante de la folba argentino, me habían quedado la irregular pero muy loable en muchos partidos performance del 86, así como la injusta descalificación frente a corea en el 2002 (recuerdo un gol injustamente anulado, en que un jugador español tira un centro perfecto desde el límite del campo, pero adentro, y el referee cobró que había salido). Y buenísimo eso de que a corea hay que ganarle bien, más allá de circunstancias como arbitrajes, como nosotros deberíamos haberlo hecho con México en los dos últimos mundiales. Con respecto a este mundial, me parece que a la larga fue el mejor equipo (le seguen a mi entender Alemania pero la juventud la hizo pecar en irregular; y Brasil, con un extraño desmonoramiento autoinducido frente a Holanda). Tal vez el pico fue en la Última Eurocopa, con un Torres fulgurante. Precisamente, si algo le faltó a la furia fue un poco más de contundencia, pero por eso precisamente resalta más el valor del exquisito juego. Brindo por Iniesta (acá había un jugador llamado bochini, que se le parecía en su juego), el cual es un placer ver decidir y ejecutar. Es ver inteligencia (en todo sentido: escoger la mejor jugada, optimizar posibilidades ajenas y propias en cada intervención) en movimiento. Salud.
Una cosa más. Me parece exagerado comparar el digno campeón 2010 con brasil 70 y hasta con holanda 74. Tampoco con arg 86, pero en este caso no con respecto al brillo del equipo sino en relación a lo fulgurante del conjunto a partir de una actuación épica, como la del diego ese año.
No, no lo comparé por juego; si no por el grado de emoción de ganarlo. El Diego del 86 es algo insuperable, Diego es todavía el jugador mas desequilibrante de la historia del futbol a años luz de cualquier otro. El segundo Puskas... pero esa es otra historia que alguna vez contaré.
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