Friday, December 14, 2012

Bajo el desorbitado sol de agosto se detuvo de pronto la Sardina



La multitud que la seguía
soñaba ensimismada con sí misma.
Unos ególatras buscaban el entendimiento
en los ojos de otros ególatras como ellos.
Uno de estos se le acercó y le preguntó: Gran Pez, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir el agua salada?-
La sardina, sin dejar de observar al sol desorbitado de agosto le respondió: ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Tan solo el Mar es Bueno. Pero si quieres entrar en el agua salada, guarda los mandamientos.-
Dijo el ególatra: Todo eso lo he guardado; ¿qué más me falta?-
Dijo la Sardina: Si quieres ser perfecto, salta a la rana y dásela de comer a los peces, y tendrás un tesoro en el Mar; luego ven, y sígueme saltando.-
Y al oír estas palabras, el ególatra se marchó entristecido, porque tenía muchos peces y pocas ranas.
Dijo entonces la Sardina, sin dejar de mirar al sol de agosto: Yo os aseguro que un ególatra difícilmente entrará en el Mar porque no puede separar peces de peces, ranas de ranas. Os lo repito, es más fácil que una ballena entre por el ojo de un camello, que el que un ególatra entre en el Mar.
La multitud, aturdida, se inquietó porque había perdido el entendimiento pero al oir esto, uno de los seguidores de la Sardina, aquel que era el más querido, le preguntó lleno de asombro: Entonces, ¿quién podrá bañarse en el Mar?-
Sin dejar de mirar el sol, dijo la Sardina: lo que para los peces es imposible, es posible para el Mar. Lo que es dulce para vosotros, es salado para el Mar. Porque el Mar es salado. Siempre es salado. Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o peces por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará el agua salada. Pero recordad: muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros.-
La multitud rugió y peleó. Cada pez, cada ostra, cada calamar luchó por ubicarse en último lugar porque querían entrar primeros al agua salada.

El sol de agosto perdió completamente su órbita y se estrelló contra la multitud de peces.

Todos ardieron.

La Sardina finalmente,
bajó los ojos.

1 comment:

Sancho said...

Es una canción. La multitud "que soñaba ensimismada con sí misma." Loa egolatras. y "recordad: muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros" es como el evangelio realista.Y todo es dulce en el agua salada: genialidad.
Esta sardina brilla como una chispa en el horizonte de las premoniciones. "y todos ardieron". Fa.