Thursday, August 01, 2013

La mirada de los perros

es la mirada de los hombres

sin cataratas.

No es la bondad, no, ni la fiereza.

Es el alma rústica que

uno ignora si tuvimos.

Es transparencia sin

los barnices morales de escrituras

manuales, locutores,

cartas magnas,

o aquellos

que dicen

darse al prójimo con

 toda la bondad

medible de este mundo.

La mirada de los perros

es luminosa mezcla de piedad

sin avisar que dentro

de ella habita el colmillo

y quien se zarpa

e intenta, por ejemplo,

molestar al perro mientras come,

ay de él,

no importa que sea niño

o que sea débil;

el perro enfurecido no presenta

esos flancos equívocos del código

penal, moral, reaccionalista

de nuestras leyes vagas.

El perro es inocente,

lo sabemos:

vive

en emoción violenta.

El perro se abotona,

comerá hasta morir si no lo paran,

se frota sin prurito

contra la pantorrilla de un enano,

o de una anciana rancia.

Sabe también valorar la juventud:

le obsesiona el olor

de mujeres menstruando

y no lo oculta.

Por suerte,

desde lo poco perro que nos queda,

no mordemos la mano

que nos da de comer,

ni juzgamos al perro

ni lo metemos preso.

Y eso no es mérito

de la razón francesa

ni de la antigua Grecia

ni del lenguaje pútrido

del que nos blasonamos.

Por suerte somos sabios

sabemos que el  perro es inocente.

Sabemos que el can vive

vive y sueña

vive y reina

en emoción violenta

y en eso

somos buenos.

2 comments:

El guardian de la maldita ota said...

despues de leer esto, me doy cuenta que soy inocente como un perro, muy bueno amigo!

Gilgalad said...

Que bueno que es esto. Me encantó. Me gusta particularmente

"La mirada de los perros

es luminosa mezcla de piedad

sin avisar que dentro

de ella habita el colmillo"

sobre todo la continuidad que visualmente no es tal de "luminosa mezcla de piedad sin avisar que dentro de ella habita el colmillo".

La imagen del colmillo como representación de la boca y la mordida de un animal que ha estado presente con el ser humano desde los comienzos me parece impresionantemente fuerte.