buenos amigos sabios. Templados.
Surfeadores de gentil
displicencia.
Desbocados, valientes,
y todos buenos tipos que, bueno, hacen de todo;
escriben, cantan, juntan,
ponen, arriman, pulsan,
heroicas voluntades. Reconocen
sin manual de instrucciones,
intuyendo eucalipto y monte fresco,
dónde habitan la sombra y el descanso.
Amigos no papables, claro,
ningún perro salvaje puede serlo,
porque siempre te topa algún pecado
y aborrecemos de cualquier reglamento.
Los admiro en secreto.
Les diría que son
la reserva moral del occidente;
pero desataría tormenta en carcajada
si coreáramos beodos que nosotros
somos reserva moral del occidente.
Porque ya es tradición, familia y propiedad,
para esta gente
matar puntos morales,
matar a guitarrazos
cualquier moral tiránica y avara
que parezca ensañarse con alguno
de los nuestros.
O de los otros:
no es de varón andar moralizando.
Estos amigos sabios, como dije,
saben de la templanza o del peleo,
y hasta la paz, si fuera necesaria.
sanamente alcoholizan bien sus almas,
y cantan,
y hacen pata ancha en el desierto,
y hacen bien el asado,
el copetín,
el juego.
Son la esperanza blanca
y la desesperanza negra.
Tienen el swing intacto,
el esmowing fragante,
la canción en el cuerpo.
2 comments:
Me encantó y me siento muy honrado además.
Sancho, segui asi y pronto te metemos en el Hall of Fame.
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