Tuesday, October 25, 2011

Colorful

Sería tortuoso decir
con ojos amarillos
-Yo estuve ayer en París.
Me prometieron sueños y un amor lleno de desayunos y lagañas
peleas y besos
pero solamente me encontré con las hojas del otoño y el viento frío.
Eso fue ayer.
Sería gratificante decir
que me bebí varias pintas de lager en The White Horse
con mis amigos y los amigos de mis amigos
que me atiborré de fish & chips, de pizza helada
y que volví gateando a casa.
Todo sería verdad excepto
que ya no llevo el pelo negro
ni tanta alegría conmigo.
Eso fue hace veinte años.
Sería presuntuoso decir
que surfé las mejores olas de Tamarindo.
Mi amigo Manuel
preparaba el barco para ir de pesca
su madre, el gallo pinto para el almuerzo
y yo
ponía la vista en las tormentas
para vagar a mil kilómetros de allí.
No recuerdo cuando fue eso.
Hace tanto
que no recuerdo.
Sería nostálgico decir
que crucé el Puente de las Cadenas
y me senté a contemplar Pest desde el mirador
besuqueándome con Szilvia
con su cara alucinante
de Ingrid Bergman
y el desierto en que me sumía su bondad.
Eso fue cuando me hamacaba en el Danubio.
sería un alivio decir que todo tiempo pasado fue peor.
O mejor.
Pero no fue ni mejor ni peor.
Sólo fue
Colorful.

Thursday, October 13, 2011

Big Sur



Hay un puente en Bixby
que se traga el acantilado.
Lo camino de ida y de vuelta
-cuarenta y ocho veces de ida
cuarenta y siete de vuelta-
tan solo para ver los autos estrellados
que echan óxido por el tubo, por las ventanas,
que echan iodo y salitre, espuma y nubes.
Un colectivo viejo con llantas amarillas
hace de bar.
Porque en Big Sur todo resulta incomprensible.
Hay árboles que crecen de arriba hacia abajo
y gritan
en susurros.
Hay zorros de scank
mariposas turquesas y piedras con alas.
En Big Sur a veces se echan de menos las borracheras, las drogas y las vaginas
las langostas y el smog.
Pero si se mira con atención uno se detiene en los colores,
en los gatos y en las hamacas;
en la botella de ginebra que siempre se esconde para hacer frente a las necesidades
a la soledad
al amor
al desamor
a la filiación
al servicio militar
al desengaño
del bus que ya pasó y no vuelve
hasta mañana.
Hay un amigo llamado Lawrence
que tiene una casa a la que nunca va
y unos desconocidos sin nombre que, en cambio, van siempre.
Hay un puente en Bixby que se traga el acantilado.
En Big Sur el aire huele como a anís
y yo recuerdo
como borroso, como hace tiempo, como con memoria de ratón
unas flores amarillas
y una bufanda colgada
en la rama de un árbol.