Sería tortuoso decir
con ojos amarillos
-Yo estuve ayer en París.
Me prometieron sueños y un amor lleno de desayunos y lagañas
peleas y besos
pero solamente me encontré con las hojas del otoño y el viento frío.
Eso fue ayer.
Sería gratificante decir
que me bebí varias pintas de lager en The White Horse
con mis amigos y los amigos de mis amigos
que me atiborré de fish & chips, de pizza helada
y que volví gateando a casa.
Todo sería verdad excepto
que ya no llevo el pelo negro
ni tanta alegría conmigo.
Eso fue hace veinte años.
Sería presuntuoso decir
que surfé las mejores olas de Tamarindo.
Mi amigo Manuel
preparaba el barco para ir de pesca
su madre, el gallo pinto para el almuerzo
y yo
ponía la vista en las tormentas
para vagar a mil kilómetros de allí.
No recuerdo cuando fue eso.
Hace tanto
que no recuerdo.
Sería nostálgico decir
que crucé el Puente de las Cadenas
y me senté a contemplar Pest desde el mirador
besuqueándome con Szilvia
con su cara alucinante
de Ingrid Bergman
y el desierto en que me sumía su bondad.
Eso fue cuando me hamacaba en el Danubio.
Sí
sería un alivio decir que todo tiempo pasado fue peor.
O mejor.
Pero no fue ni mejor ni peor.
Sólo fue
Colorful.