Mas que migajas
semillas encantadas partidas
te convidaron pan
y convocaste remolino de plumas
manos boca reíste con todo el cuerpo
cazador primitivo
la araña se hundió bajo un ala
y como al espejo quebré el parque
corrías
te alejabas entre risas despojado de todo
excepto de mis impresiones
Saturday, August 27, 2016
La paloma y la araña
Publicado por Maro en 12:55 PM 0 comentarios
Thursday, August 25, 2016
La Calle de los Árboles Ausentes
Angosta para el humo de tantos colectivos.
Al atardecer el sol se reflejaba en los vidrios cegando a las amas de casa que hacían su propio humo de churrascos. Cual pequeños soles, uno en cada casa y cada casa con sus olores.
Siempre que entraba a una casa nueva me impactaban los olores de la gente que allí vivía, en sus cientos de ventanitas, asesinando bifes de chorizo.
Yo, que no tengo recuerdos de mi mismo,
bajaba al garaje en supuestas emboscadas de armas de plástico y gritos enfrentando a esos monstruos unívocos como ascensor de servicio o incinerador que era una puerta trampa con un tobogán hacia el misterio.
¿Te acordás de los incineradores?
Había sólo miedos, pero no dudas.
Y en algún momento de esa infancia, cuando era transparente y anónimo, los incineradores fueron reemplazados por las compactadoras que vinieron con escaleras mecánicas, mangueras contra incendio, matafuegos y sala de ascensores.
En ese planeta-niño las palabras eran entidades casi siempre amenazantes y los adultos eran gente caprichosa que hacía lo que quería. Y yo deseaba ser adulto para también hacer lo que quería.
Hacía ecuaciones contando años como los presos. Decía por ejemplo: me quedan catorce años para no ir más al Club.-
Decía: faltan dos mil trescientas levantadas temprano para no ir más al colegio.-
Eran cuentas fantásticas, que iban y venían, un poco como los algoritmos que fabrica la NASA para no errarle a un planeta.
Me regalaron mi primer vaso de cerveza un verano en Luján y con él se escaparon los monstruos queridos.
Vinieron otras palabras heladas, falsas capas de lo indecible: Dictadura, Escolaridad, Obra Social, Marcha, Carnet, Sociedad de Consumo, Escalafón, Trámite, Examen, Servicio Militar, Agrupación, Organización, Inflación, Tecnología, Unión Soviética, Primera División, Derechos Humanos, Partido Político, Movimiento.
El cuerpo y el presente dejaron lugar a construcciones de entelequias inestables. Ya no era, ya no estaba, ahora y cada vez más sólo pensaba, solo me proyectaba en pensamiento.
Mi cabeza con cierta lucidez llegó a leer sus nombres esquizofrénicos de Derecho-Partido-Unión pero tanto quería llegar, que llegué.
Porque yo deseaba ser adulto para también poder hacer lo que quería.
Y ahora, en los pocos momentos en que no me anestesia el ruido, pienso en esos queridos monstruos míos con alegría. Y cuando paso por la calle de mi infancia sólo hay algo que no cambia:
La ausencia de los árboles.
Publicado por Gilgalad en 9:22 AM 0 comentarios
Monday, July 25, 2016
Evocación adulta
Publicado por Gilgalad en 8:51 AM 3 comentarios
Evocación infantil
Publicado por Gilgalad en 8:50 AM 0 comentarios
Friday, July 22, 2016
Mis amigos
Ahí está el tipo ese del saxo
cuyo vozarrón bate records de brutalidad
o el poeta
cuyas noches que se miden en kilómetros
los whiskies en millas
y su calidez en años luz.
Está el ministro con una habilidad única para enfrentar el peligro
y sacarte indemne. Y hasta hacerte ganar.
Está el bohemio de días que duran una semana,
tacaño intectual
que larga los libros y las películas de a una,
como consejos que no se dan si no son pedidos.
Está ese que es pura bondad, con su afición a las orquídeas, a las guitarras y a los bonsai.
Deja miguitas de aficiones que adoptamos como propias,
y que terminan devorándonos.
Está la rubia cuyo afecto es inconmovible como el viento o la montaña.
Está el gerente con su afán de hacerse hippie mañana,
su gusto por los amigos y por los cuentos chinos.
Está el chico del barrio con su argot colorido y su fidelidad a prueba de balas.
Y un poco atrás está mi hermano mayor, que hace años que dice que trabaja en la Aduana y decidió ser joven para siempre.
A ese también le debo cierto tutelaje.
Atrás de un árbol está el gaucho que sólo pasa inviernos duros y en cuyo pecho me pierdo cuando lloro.
Están Juan, que se fue a España y volvió, y El Conde, que se fue pero no se quiso ir
y le sustrajo una estrella al cine.
Está El Brujo que es capaz de romper piernas, pero por suerte jamás las nuestras.
Está también el Dandy, que siempre te deja bien y tiene un cueva en Gurruchaga donde uno puede caer por un trago o un consejo sin saber a que hora sale.
Y estoy yo, que no sé bien cuanto sumo y cuanto resto.
Pero estoy.
Publicado por Gilgalad en 7:23 AM 0 comentarios
Thursday, May 26, 2016
Y ahora que Gandolfini está muerto
donde están las promesas de una tarde de frío y otoño
de sentir que el alma se amarillea y cae,
digamos, sentir la voz de Sinatra, la voz del Bourbon y de los cigarrillos interminables,
de los cuartos de hotel
de nuestras charlas nocturnas
cuando bosteza el cantinero y en invierno alarga la noche.
Vale decir que me ha vencido la nostalgia, al menos este round,
y que mi amigo Sanchez comparte mi amor a la melancolía de los finales.
Y ahora que Gandolfini está muerto y el New Jersey Turnpike pierde sentido,
se borronean los mapas y los nombres
la vida también empieza a calificarse por años, como los vinos,
y la voz de Sinatra diciendo: este fue un muy buen año-
Este fue un muy buen año.
Publicado por Gilgalad en 1:12 PM 1 comentarios
Etiquetas: Poemas del Placard