Thursday, January 30, 2014

Serf: con las rodillas golpeadas, raspadas, untadas de atlántico criollo. Serf con el dedo mocho. Con el mar mansito el primer día y después guacho, revuelto, confuso, picado, picapiedras, picatobillos. Con nuestros hijos, siempre más valientes que nosotros. Con viento a favor y viento en contra. Serf con olas de 60, 70, 80 centímetros, porque vendrán más grandes y mejores. Con poder pararte una d...e diez, dos de diez, tres de diez. Con remarla como nunca para trepanar la rompiente enojada. Con pitas que se sueltan, que se cortan, que te pegan como látigo. Con revolcones. Con olas que te clavan, que se chupan, que te dejan de garpe. Y que, en una vuelta generosa te levantan, te llevan, te acompañan esos segundos que parecen horas, que parecen primeros, los primeros. Segundos que son horas sobre las olas. ¿Cómo pudo haber sido antes sin serf? Serf con armadura de neoprene. Serf para después fumarte el pucho y mirar el mar generoso. Serf para joderf, para agradecerf, para volverf.

Tuesday, January 28, 2014

Cuando vienen esos días


en los que los gritos son sordos
y él anhela una vida más simple
y ella dice que no está de acuerdo
y él le declara todo su amor
y ella dice que él no está seguro de su amor
y él dice que sí lo está
y ella que si lo está, entonces es reciente, porque hasta hace poco no lo estaba
y él le dice que ella confunde todo
y ella le dice que él no se pone en su lugar
y él le dice que ella no pone todo en la balanza
y ella le dice que él se pone distante y frío
y él le dice que tiene un corto circuito afectivo
y élla le dice que él es un psicópata
y él le habla de su madre
y ella le habla de su padre
y él le dice que la ama
y ella le dice que lo ama
pero a veces el amor no es suficiente
cuando vienen esos días
en que los gritos son sordos
en que el verano te aplasta
en que ni todos los rinocerontes del mundo resultan suficientemente expresivos
cuando vienen esos días
hay que dejarles el paso libre.