Meten dos cargas- me dijo. y me aclaró dos años de oscuridad, uno por carga.
Porque uno viene con esos preconceptos de sifón Drago, que acepta una carga y no más y ojo porque te explota en la cara.
Conozco un tipo- me dijo
Conozco un tipo que había enrroscado en falso el tapón y le explotó en la cara... o mejor dicho... salió como un balazo. Se le metió la trompa negra en el ojo y ahí nomás, fue como un balazo.
Dos años de oscuridad
de mierda
de gastos
y al final eran dos cargas.
¡Dos cargas! o ¡Tres cargas!
¿A quien se le iba a ocurrir? Si para mi era como el Drago, una sola carga y ojo, porque te explota en la cara.
Ahhhhhhh... y ponelo boca abajo para cargarlo- me dijo.
Thursday, February 28, 2013
Monday, February 25, 2013
Lo
conozco desde que fuma
afilando la brasa del cigarrillo
con la ansiedad de los vivos
de las almas eléctricas,
que van puliendo lanza
quién sabe para qué.
Se va al balcón; busca evitar que el humo
llegue hasta su hijo: lo único sagrado
que él
reverencia.
Lo conozco desde que temblaba en las
peleas de los viernes,
a la salida del colegio: una liturgia
a la que no le había perdido miedo
y sin embargo profesaba
como una verdadera necesidad,
casi gimnástica del espíritu.
“Si no te peleás, no te respetan”
se decía, con esa candidez de lo catorce años
Y piña va piña viene,
le conocí roscazos,
moretones,
salidas impensadas,
y algunos cortes en la cabeza que,
aprendió, también, sangra como un rio.
Sí: la cabeza sangra como un rio
y no es nada.
Siempre sacó algo de la manga
siempre una fuerza, un truco,
que él mismo desconocía:
típico de orfandad
y deseo mal curado;
el recurso de perro sin vacuna.
Lo conozco porque
nos emborrachamos juntos por primera vez
a los doce.
Porque tuvimos la primera banda
con instrumentos baratos
que entibiaban esa pura bruma ciega
del desabrigo.
Guitarras inafinables: el fuego amigo.
Nos dimos cuenta de que cantar
tampoco era peligroso.
Y compartimos los mismos
ídolos de barro, becerros de oro,
“antenas” dijimos que eran
esos tipos lejanísimamente geniales,
que captaban y cancionaban como magos.
Nosotros, en cambio,
no sintonizamos la llama sagrada
pero
siempre andamos haciendo
un poco
de ruido
algún quilombito,
lo que se puede.
Lo conozco
desde que, en blanco y negro,
cabezones y orejudos
nos fajábamos fetén,
viernes tras viernes.
Publicado por Sancho en 7:17 AM 0 comentarios
Tuesday, February 19, 2013
Beso,
bajo, toco
puerta del ascensor, puerta
de taxi,
radio, las fieras, humo,
aire acondicionado, sol
ardiente. Cuerpito de
oficina secretaria
tetas que uno jamás tendrá por
qué tener, pero un
tóxico pancho sí, latita fría sí también
después el plomo urbano,
banco, noventa y seis
minutos largos de aburrimiento,
bruma en la vista idiota
de un empleado que pide
cien mil firmas
cien mil
veces el nombre
el apellido
cien mil veces el
número de identidad
cien mil veces
lo todo.
Y cambio pago más
y el punga punga
y el cana por el celu.
Corte aquí, corte allá,
corte pizza con fainá,
grande pene obelisco,
regreso en humedad,
departamento,
la tarde sin crepúsculo,
sin un
árbol a vista,
la tarde noche hecha
lenta televisión, vaso,
la pastillita,
el faso, vuelta al coma.
Publicado por Sancho en 3:01 PM 2 comentarios
Saturday, February 16, 2013
Peligra cuando llueve
porque puede haber
viento que destroce unos techos,
o que el agua nos
entre y levante el parqué
de doña Chola herida en su obsesión de brillo.
Y peligrás al sol
si lo ignorás,
estacado en un sueño, fumando
haciéndole la plancha
a cualquier providencia.
Peligra cuando usamos
todas las palabras
para decir las cosas.
Peligra si ponemos un
pie, una pierna,
el cuerpo entero
en placeres modestos
o insaciables.
Peligra cuando entramos
en la ola.
Peligra con el fuego
y sin el fuego.
Peligra el movimiento.
Peligra la
abstinencia y el derroche.
Peligra el organismo
celestial
y el de las oficinas
que nos demandan siempre alguna espera
porque esa es su
manera de querernos,
para hundirnos en el hondo
bajo fondo, donde nunca
se subleva el barro
perro.
Peligra si no abrimos
la boca
Peligra si tomamos y
comemos.
Siempre Peligra,
siempre.
Y Peligra la ausencia de navajas
y brasas y canciones con amigos.
Peligra en Roma
entera
y Peligra meando en
cementerios
porque Peligra
siempre, siempre, siempre,
porque Peligra
quiere;
porque es fiera,
y es hiena,
y orfebre del dolor, del porno y del silencio.
Peligra
es la más mala
se le ve en los
colmillos aumentados
por esta idiota luz
que la hace parecer
omnipotente.
Publicado por Sancho en 8:13 AM 4 comentarios
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