Tuesday, May 11, 2010

Éramos cinco solos,

en bar de compañía.
Dos en la barra, tiñiendo la corriente.
En las mesas, el viejo, el turista perdido,
yo y mi vaso.
Nos unía evitar
la alegría furiosa, obligatoria,
que desfilaba fuera.
“La realidad –decía el viejo a nadie–
es como una mina,
hay que ignorarla; mirar para otro lado,
prenderse un pucho
y no darle pelota,
vas a ver: ella solita, después te viene al pie”
Aunque la hueste de guirnaldas
llegaba a nuestras sillas con esa rabia cierta,
puntual, amplificada.
Dos tomábamos whisky hasta el milenio.
Y no hubo nada peor a que una noche de esas
dijeran que ya cierran;
ahí te piden que pagues,
que te rajes y arregles
tus cuentas milenarias con el sólido mundo,
bautismal realidad, que ahí te escupen:
ya realidad sos vos, todo encarnado en ella,
y no hay viejo que valga.
Por los que escriben cartas a los diarios,
acumulan sus fotos y aparatitos nuevos,
se acuerdan de los nombres de todos los lugares,
que corresponde visitar en el turismo,
administran plomizo el escenario,
tienen causas, certezas, convicciones,
celebran reencontrarse en fiestas de egresados,
burocratizan pulsos,
soban sus aburridas cuestiones culturales
porque jamás salieron transformados
de un libro, una canción, un vaso;
por todos esos chatos
purgamos la rompiente,
hasta que pasa,
y un día luminoso
cagamos realidad
tiramos la cadena
y allá va
acá viene
la movida del juego.

3 comments:

El guardian de la maldita ota said...

muy bueno brother, sobre todo esa sensacion de cuando te cortan el mambo y viene el mozo ortiba y te dice "le tengo que cobrar porque vamos a cerrar", y vos todavia estas en plena subida. Y a la calle, asi, sin mas, a pegarte de frente con todo lo que estabas gambeteando magistralmente.

Gilgalad said...

Excelente. Me gustó particularmente el ritmo... el ritmo va y viene como termina el poema. Me gustó también la música de las palabras, hay algo así como un malandrinaje ilustrado.

Igual por momentos cuesta... no se por qué cuesta... no es que cuesta como Orozco que es un bodrio. Digo que en todo momento hay que tener el hilo en la mano, no hay que soltarse porque te perdés.

Majo said...

excelente! me encantó