Monday, August 17, 2009

El Bosque de Maynard

El Bosque de Maynard es diminuto. Tiene árboles de terscientos noventa y dos años y el pasto arrasado por agujas de pino.

La casa más cercana está a dos millas de distancia, cuesta abajo, donde empiezan la avenida y el pavimento. La casa está abandonada.

Las flores del bosque son ratrearas y ponzoñosas; invernan durante la estación fría y en verano se derriten.

En la biblioteca de Maynard hay un libro de botánica que data del año mil cincuenta y uno, y cuya autoría es atribuída a William B. Faroni.

Willet Herzog, hermenéuta de los textos farónicos, publicó una estampilla de correo postal a cominezos del siglo XVII, en la que asegura que en el bosque de Maynard no hay pasto, ni flores, ni árboles. Sus dichos estarían basados en el meticuloso estudio de la obra de Faroni.

Hasta el día de hoy, nadie ha podido confirmar ni refutar los argumentos contenidos en la tradición oral de los Maynarders (coincidente con la teoría Herzogiana) según la cual William B. Faroni habría adquirido cincuenta pergaminos de altísima calidad y anunciado al Ayuntamiento de Villa Maynard, que se llamaba a reclusión domiciliaria para ilustrar la flora del bosque local. Juró solemnemente serle fiel a sus sentidos y dotar de fama e inmortalidad a los habitantes de la villa. Se dice que que eso ocurrió en el año mil cuatrocientos noventa y ocho.

Noventa y siete días después de haber sido hecho el anuncio, Faroni amaneció recostado en la hamaca de la Plaza Central. Los cincuenta pergaminos destinados a la confección de su obra estaban cosidos con hilo de torcaza y protegidos entre tapas de cuero marrón. Las letras en bajo relieve eran de estilo Batracio e ilegible.

El libro descansaba sobre el pecho de un Faroni agonizante, quien dirigió la mirada a un linyera que vagaba por falta de insomnio, y a quien dijo: “Ni flores, ni pasto, ni árboles”. El linyera tomó el libro y desapareció.

El cuerpo de Faroni quedó abandonado y los meses lo cubrieron de moscas. Nadie supo si el difunto había escrito el libro o no; nadie dijo de aquel embrollo una palabra.

Quince años depués de comenzado el proceso de descomposición de los resto de Faroni, la policía local anunció que el difunto había escrito un libro y que el único ejemplar había sido encontrado sano y salvo.

La pista sobre la que se fundó el rescate la había proporcionado un linyera variopinto tras haber firmado y enviado una carta anónima a la departamental de Maynard en la cual aseguraba ser el apoderado de la obra de William B. Faroni. Daba también indicaciones precisas de cómo llegar a su refugio, lugar donde fue sorprendido por la policía rezando en silencio con los ojos cerrados frente al libro de William B.: un compendio de finísimos pergaminos blancos.

Actualmente el libro cumple una condena por tiempo indeterminado en el sótano del Ayuntamiento de Villa Maynard.

El linyera, según trascendió, habría cambiado de domiclilio e identidad.

En Villa Maynard todo sigue como casi siempre; sus habitantes se despiertan por la mañana, desayunan café y tocineta, trabajan, y casi ni hablan del bosque.

11 comments:

La Fiera said...

Maro querido,
Celebro y aplaudo de pie los giros borgeanos con los que has gambeteado la metamorfosis del Imperio.
Este texto podría estar en Historio Universal de la Infamia, y no tendria que pedirle permiso al ciego de Palermo.

Maro said...

Fiera: La idea primigenia que desembocó en este texto nada tenía que ver con lo que finalmente ocurrió.
La literatura me agarró de sorpresa después de tanto tiempo de tener la pluma enfundada.
Agradezco tus palabras, que a este rufián le hacen tan bien.
Fiera, a tu salud.

La Fiera said...

La literatura para nosotros siempre será obra del azar. Es como jugar a la pelota o tocar un blues, se ejerce por mero el placer de compartir con los amigos. No nos sirve sacar un boleto para la posteridad. No estaremos ahi para poder bebernos las regalías.

Gilgalad said...

Che buenísimo. Me pareció, como a la Fiera, muy borgiano pero no solamente sino que además tiene mucho del espíritu de Nueva Inglaterra: también huele a Poe y a Lovecraft.

Me encantó Maro. Me gustaría leer cosas así todos los días.

Sancho said...

Muy lindo Maro! Casi un murmullo que anticipa, entre crujir de hojas secas, tu regreso, aunque sea fugaz, al paese. Ritorna Bordolino!!!!

Homero Beltrán said...

Seeeeee, Lovercraftiiano a full. Y me parece que es el típico texto-esbozo de sí mismo. Se huele la buena consecuencia, pero no está ahí todavía, le falta laburo, y a uno como lector le da hasta rabia tanguera (lo que pudo ser). Con la best.
Que no se tome a mal, me gustó y me atrajo. á
ej.: La casa más cercana está a dos millas de distancia, cuesta abajo, donde empiezan la avenida y el pavimento. La casa está abandonada. /No le cabría: "Esa casa está abandonada", en vez de la casa?
-Tiene árboles de terscientos noventa y dos años y el pasto arrasado por agujas de pino./ Pero luego, pocas líneas después, se dice: en el bosque de Maynard no hay pasto, ni flores, ni árboles. En qué quedamos?
No obstante estas observaciones, la sensación lovercraftiana es intensa, lo que humildemente me parece un gran logro, sobre todo a partir de los justos aportes de consonancia histórica. El tema, y ya que Fiera (sin artículo, como hace varsky con la selección Colombia) lo menciona, jlb se ceñiría más al rigor lógico para generar sensaciones y saltos analíticos, creo. Lo mismo que HHPL

Pero, principalmente, me parece que con ganar un poco en extensión y perder algunos golpes de efecto, perfecto. O ferpecto. Á.

Homero Beltrán said...

Otro ejemplo que se me viene ahora al balero es la utilización de la voz linyera para hablar de un pordiosero en lares sajones como el descripto. Tal vez, a fuerza de algunas traducciones, me parece que le cabría más algún término del tipo pordiosero, vagabundo o alguna estructura descriptiva, pero es discutible.
Por el contrario, me parece sumamente oportuna la referencia de un originario foraneo, como parecería ser el italian Faroni, lo que, según mi parecer, le da más textura y atmófera al relato.
Á

Gilgalad said...

A la mierda, que buen análisis Homero!

Maro said...

Querido Homero,
El tuyo es un análisis de la concha de la lora.
Gracias por el tiempo y la dedicación. Las tuyas me parecen apreciaciones muy acertadas.

Sancho said...

Yo aun diría más: es un análisis de la reputísima concha de la lora y la reputamadre que lo remilparió, mierda carajo.

Nachete said...

bien celebro que volvieron a las alabanzar porque cuando llegan es porque siempre son merecidas

para criticar ya tenemos al resto del mundo