Wednesday, August 11, 2010

Se nos evaporó el Talisker

en mesa apañada
delante de los ojos
y no lo vimos,
para nada lo vimos.
Se nos llenó el cenicero
entre tanta cadencia sublingual.
Con la última gota de cobre
el nombre se me olvidó
y balbuceaba evitando ese hueco.
Nuevamente se llenó el cenicero también sin darnos cuenta.
La cabeza fluctuó
en el zoológico de vapores
me perdí entre jaulas, denominaciones,
estrellas, la cara,
las ganas, el olor a alcohol, a bestialidad
a zoológico, a su vagina
a naranjas, el gusto de los pájaros
el orín, las sábanas, los dientes.
Quise volver al alcohol
en la mesa apañada
pero su expresión confirmó
lo decepcionante de la botella vacía.
Se evaporó el Talisker
se vino abajo
perdió el sentido.

3 comments:

El guardian de la maldita ota said...

Me invadio una sensacion de angustia agobiante con solo imaginarme la botella vacia. No hay nada mas gratificante que un single malt recien abierto y un buen tabaco a disposicion.

Sancho said...

Muy bueno; desde el punto de vista poètico, claro, porque es triste que se evapore un Talisker así, impiadosamente. Me gustó mucho lo de los gustos.

Anonymous said...

se vino abajo
perdió el sentido

What goes up, must come down...

siU

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