Friday, October 26, 2007

Barrio y campo

Qué polvo tiene el camino,
métanlé que hay para todos.
Qué suerte tiene el potrillo
mancándose en la pileta.
Que macana la macana
que es un basto del origen
cuando había brontosaurios
y churrascos de reptil.
Qué sabrá el chancho de aviones
si nunca mira pa arriba.
Qué locura el caminante
sin atarse los cordones.
Qué gato el que tengo yo
que entiende como es la gente
y le mastica los cables
solamente a los boludos.
Qué tormenta la de anoche
cayeron ranas de punta.
Qué botón el de la esquina
Qué diariero el de los diarios
siempre anota en la libreta
las ultimas novedades
para tirar en la prensa.
Qué culpa tiene el zapallo
de estar tan caro en la compra
de la vieja de Barracas
que no para de quejar
por el precio del zapallo
por el vecino de al lado
que hace ruido con los tachos
que no la deja dormir
que el hijo es un tiro al aire
que la sobrina es un yiro
que qué bien los militares
y el marido un tarambana
las flores de Chacarita
y más de lo que quisiera
que le lleve la querida.

4 comments:

Anonymous said...

Que poeta es, a mi entender, el que logra asombrarse con lo cotidiano y transformar en lindo verso a un diariero o una vieja en chancletas... muy nice

Nachete said...

Gran nivel Gilga

Sancho said...

Qué bueno. Como a estachika, me gusta el repiqueteo rimador y la porteñidad de lo cotidiano.

Nachete said...

a mi me gusta que es un placer leer una poesía así sin tener que estar cuatro días pensando que quería decir el poeta.

Eso me recuerda un cura que tuve que nos daba literatura con 85 años. Era un capo se lo sabía todo y era increible su capacidad literaria.

En el curso pre universitario había un catalogo de poesías. El decía enteder todas menos una de Jose María Panero. Escribió a Lazaro Carreter para contactar con Panero (al que también le llamaba para corregir los errores de sus libros de lengua...y no es coña). El caso es que nadie le decia como contactar con Panero.

Años después, me enteré que Panero llevaba 20 años en un manicomio.

Eso sí me quedé acojonado pensando si tu gato me muerde los cordones.