Friday, August 09, 2013

Tengo un grupo que mezcla

buenos amigos sabios. Templados.

Surfeadores  de gentil displicencia.

Desbocados, valientes,

y todos buenos tipos que, bueno, hacen de todo;

escriben, cantan, juntan,

ponen, arriman, pulsan,

heroicas voluntades. Reconocen

sin manual de instrucciones,

intuyendo eucalipto y monte fresco,

dónde habitan la sombra y el descanso.

Amigos no papables, claro,

ningún perro salvaje puede serlo,

porque siempre te topa algún pecado

y aborrecemos de cualquier reglamento.

Los admiro en secreto.

Les diría que son

la reserva moral del occidente;

pero desataría tormenta en carcajada

si coreáramos beodos que nosotros

somos reserva moral del occidente.

Porque ya es tradición, familia y propiedad,

para  esta gente

matar puntos morales,

matar a guitarrazos

cualquier moral tiránica y avara

que parezca ensañarse con alguno

de los nuestros.

O de los otros:

no es de varón andar moralizando.

Estos amigos sabios, como dije,

saben de la templanza o del peleo,

y hasta la paz, si fuera necesaria.

sanamente alcoholizan bien sus almas,

y cantan,

y hacen pata ancha en el desierto,

y hacen bien el asado,

el copetín,

el juego.

Son la esperanza blanca

y la desesperanza negra.

Tienen el swing intacto,

el esmowing fragante,

la canción en el cuerpo.

2 comments:

Gilgalad said...

Me encantó y me siento muy honrado además.

El guardian de la maldita ota said...

Sancho, segui asi y pronto te metemos en el Hall of Fame.