Wednesday, November 25, 2009

Te conformás,

algunos dirían que con un grito,
un helado, una caricia
una frutilla, un titular, una mueca,
unas llaves, un guiño,
unas plumas, un alarde, una ojota,
un poco de manteca, sal en la mesa,
un cacho de cielo, dos manzanas,
la casa redonda, la tormenta, los ojos de Berni,
un beso en el semáforo y la lluvia.
Si te duelen los pies no es para andar sin medias
ni apurarse.
Nosotros supimos pagar los premios y nadie nunca se quejó
pero desde que copaste por acá
los chicos se olvidaron de silbar y todo es un desmadre,
los gatos rascan igual que ayer pero hay como un perfume
y tus dos remeras juran que ellas no son.
Se le dijo adios al palo santo y al mate
y ahí nos acostamos,
de espaldas a la puerta,
aunque cubiertos.
Nos faltaron muchas cuadras y se agotaron los días.
Los viviste, eso sí, como un desierto,
gato con guantes y los ratones juegan,
pero no con vos, nos quedó claro a pesar de la sonrisa,
con vos nadie juega.
Esperábamos otra cosa esa mañana, una cama vacía,
un globo, un balde y varios trapos de piso,
siempre nos aficionamos a los hechos pero
en ese desconcierto te escuchamos volver
con el desayuno y esos dientes alucinantes, pequeñitos.
Buena suerte es mala muerte- pensamos durante el gag de la mejilla
cuando más o menos te vimos irte
con el bolso, los libros, y la cinta, y el prefecto que te miraba
media vuelta, escaleras abajo y espalda,
espalda a la puerta
estuvimos a un par de malos pensamientos de caer
hasta el mensaje de la noche.
La paloma llegó
y te dormiste.

1 comment:

Sancho said...

Pura rusticidad + cero artificio + no hacer falta explicitar qué quién cuándo ni donde: se huele la pluma del bardo bardero al que uno le cree la celebración de lo esencial sin necesidad de información ni fundamento. Mis respetos para el señor cocinero; este plato es como el mejor pan y el mejor queso que se hicieron revolviendo, amasando, horneando, con materiales y tiempos nobles.