Friday, February 01, 2008

Vente a la legión



En un día otoñal de hace muchos años, un teniente legionario chusquero apareció por el cuartel del Regimiento de Ingenieros estratégicos conocido como RETES-22 sede además del generalato de Ingenieros del ejercito español.

En ese cuartel me encontraba haciendo la mili, todavía en la fase anterior de la jura de bandera, llamada “La instrucción”. Esa mañana nos convocaron a los reclutas de mili forzosa, al salón de actos. Desconocíamos el motivo, pero nos supuso una novedad que despertó nuestra curiosidad.

Recuerdo que nuestro Capitan Instructor, nos presento a el perfectamente reconocible legionario. Por su uniforme de camuflaje prieto y arremangado, en perfecto estado de revista, y su indiscutible gorra en forma de popa de barco invertida y gracioso cordoncillo amarillo en su parte mas alta.

El era rubio, de mediana edad, moustachero y tan bajito como fornido, llevaba un perfecto tatuaje en su prominente bíceps. Nuestro Capitan nos los presentó como instructor de la legión en su destacamento de la desértica ciudad andaluza de Almeria, otrora conocida por sus spaguetis western.

Comenzó a hablar el Capitán.

- Señores, en orden de no obligar por destino forzoso a irse a la legión, los que pertenezcan a este insigne cuerpo serán reclutados de diferentes cuarteles como este. Por ello el Teniente os va a explicar que hace el cuerpo de legionarios por si alguno quisiera irse con ellos.

- Gracias capitan¡, - se apresuró el legionata a interrumpir al Ingeniero para explicar sin mas preámbulos las maravillas de ser legionario- amigos – continuó, el cuerpo de la legión es el orgullo patrio, las personas mas preparadas y la mejor forma que vuestro pase por el ejercito sea lo mas provechoso posible. Quien quiera venir con nosotros, sin más dilaciones, que se levante y se ponga firme detrás mía.

En ese momento nadie se levantó, era evidente pues parecía que iba a contar mas cosas.

- Los legionarios conseguimos una forma física espectacular, nos levantamos pronto para correr diez kilómetros, tiene que ser pronto para no achicharrarnos bajo el desierto de Almería.

Creo que en ese momento pude escuchar alguna tos, y algún chirriar de alguna silla, pero nadie se levantó.

- Luego nos pegamos un desayuno de muerte, cereales, pan tostado, mermelada, dulces, el mejor café señores de todo el ejercito español ¡ venga señores no sean tímidos a ser los prímeros en levantarse. Sé que muchos lo están deseando.

El teniente parecía cada vez hablar más alto, parecía un político en un mitin.


- Después nos hartamos a practicar tiro, hacer simulaciones de técnicas de combate, somos los más duros, ¿Me ven a mi? Soy nada en comparación de lo fuerte que se ponen ustedes. He visto a gordos ponerse en forma en dos meses, es algo prodigioso. Vamos, todos los que deseen ponerse mas cachas que los maricones de gimnasio que se vengan conmigo.

Cada vez que decía algo se quedaba parado esperando a que alguien se levantara, se le empezaba a ver contrariado pues nadie todavía se había encaminado a la pared. Cada vez hablaba mas nervioso

- Luego viene la comida, estupenda, siempre para elegir macarrones o arroz de primero, carne o pescado de segundo. Mucho mejor que el rancho que les dan aquí… y lo mejor de todo¡ todos tenéis derecho a una pepsi de dos litros ¡¡¡¡

Lo de la pepsi pareció impactar en algunos que se miraban, pero nadie se levantó.

- No se crean que sólo físico, después de comer vamos a la biblioteca tenemos libros, revistas, comics, buah, una maravilla para descansar antes de salir por la tarde.

Tuvo que seguir rápido porque ahí no debía estar acostumbrado a convencer.

- Luego salimos por la tarde, paseamos por la ciudad, con nuestros uniformes, orgullosos de ser legionarios. ¡Pueden tomar cervezas pues están descansando¡ Incluso nuestra cantina es espectacular, con futbolines, mesas para jugar a las cartas. La gente lo pasa en grande, van a hacer grandes amigos que nunca olvidarán.


Se paró un rato, nos miraba esperaba algún movimiento, pero nada. Creo que farfullaba por lo bajo, sus ojos se empequeñecían al mismo tiempo que cada vez apretaba mas la boca.

- Muchos luego se quedan y hacen carrera militar como yo. Pueden tener su futuro solucionado ¡ - En ese momento hizo un pequeño silencio, nada, ni uno de los 100 que seríamos quería ser legionario. Entonces cambió de voz, se hizo más coleguilla cercano

- Tienen noches de permiso, a irse a tomar copas juntos, divertirse, jugar al billar. – de nuevo silencio nadie se levantó, ya casi desesperado, se reservaba munición y con un tono ya totalmente de colega gritó en voz más alta aún:

- ¡Joder, señores, la legión, el legionario, ya saben eso que significa, o ¿se lo tengo que contar? – rió como para revelarnos un secreto que desconocíamos - A las chicas de Almería, ay las chicas de almeria, espectaculares ellas tan morenitas, andaluzas. ¡Señores! Cuando ven a un legionario paseando con el uniforme y se cruzan se les pone los chochos como cráteres¡¡¡¡¡

En ese momento uno de los reclutas se levantó de inmediato. Otros cuatro instantes después y al mismo tiempo le siguieron.


4 comments:

Sancho said...

NACHETE; ESTO ES UNA OBRA DE ARTE!
Hacía tiempo que no me reía tanto estando solo. Por dios... ¿La pepsi de dos litros!!! ¿Y ese final de las chicas a las que se les ponen ¿Los chochos como cráteres! POr favor... Esto es palabras mayores. Pura acción verbal. Alí saltando en saco y corbata. Un cuento de fibra pura. Bukowski del bueno. Realmente; lo leo en una traducción de Anagrama y no me cabría duda de que es el maestro Hank. Te felicito enormemente. Por otra parte, acabo de descubrir una coincidencia generacional que nos une: yo también hice "la mili", que acá se llama "la colimba", pero parece que fui uno de los últimos pocos pelotudos en ese sentido porque practicamente no conozco coetaneos (ni tan siquiera mayores que yo) que la hayan hecho. Tengo algunas historias para contar,lógicamente, porque la milicia en general es cantera deliciosa de historias. Pero como esta tuya, ninguna. Soberbio. Tenés que explotar el género testimonial a fondo.
Chapeau.

Gilgalad said...

Espectacular.

Realmente espectacular.

Me acabo de reir como la primera vez que la escuché. Además lo de los coños como cráteres es impagable.

Nachete said...

Muchas gracias Sancho, un poco exagerando por tu parte, pero supongo que es porque te has sentido identificado de las épocas milikas.

Yo también fui de los últimos de Filipinias; de hecho mis amigos nadie hizo la mili obligatoria (servicio social sustitutorio o se libraron).

No soy 100% defensor de la mili, pero creo que los hombres y mujeres de un país deberían hacer servicios durante un tiempo, en la mili, cruz roja, bosques y playas... y como compensación dar una formación que muchas gentes nunca tendrán oportunidad.

La frase última y lo de la pepsi son literales, agradeceselo al gran teniente legionario. Un grande.

Tia de Almeria said...

Menuda gilipollez, es una puta mierda lo que cuenta el tio este, ni ha estado en Almeria en su puñetera vida,(por lo del desierto) ni ha conocido a una almeriense, este se piensa que las tías de Almeria son unas putas como su madre. ¡No te jode, el muy imbécil!