Sunday, May 25, 2008

Jaiku Urbano (*)



Imposibilidad, ignorancia y pereza. Esos fueron los motores que me llevaron a “inventar” esta versión citadina del viejo y querido Haiku. Asimismo me sirve de escudo protector, pues muchos, erróneamente, creerán que por ser el iniciador (y posiblemente, único perpetuador) no se me pueda objetar nada. Como si no hubieran habido razones para cargarlo al Dr. James A. Naismith, creador del básquet, por errarle sistemáticamente al aro.

Aquí va el primero, agarrate:

Después de inflarse de gente,
el 118 se despidió con humo.
La madre, en la calle, le tapó la cara al nene.

Y este es el segundo, un poco más conceptual:

Primero en el tiempo, primero en el derecho.
Ciertos principios se aplican en la cola del banco.
Como delante de uno, la espera.


Va otro (el tercero de la historia), estoy embalado:

El ciclista sacude espasmódicamente el volante.
Como si nada, sigue.
Su vida podía prolongarse.

El cuarto, y por ahora último:

El televisor apagado pide.
Reposa no lejos el control.
Ese primer sonido agudo espera.




* Sí, con J, así suena menos oriental y menos bucólico. El tema métrica, una deuda insoslayable, debo admitir.

4 comments:

Gilgalad said...

Me gustó más el primero que los demás. No por la calidad, todos son buenos, pero eso del URBANHAIK nunca lo había visto, no se si existe y me pareció completamente novedoso, sobre todo desde el lenguaje en que está escrito porque los otros tres (particularmente los dos últimos) también son urbanos, pero el lenguaje los hace parecer más pretenciosamente reflexivos. El primero en cambio goza de el desparpajo de la imagen cotidiana sin agregados, ni emulsiones, ni colorantes.

Sancho said...

Muy buenos todos! El del ciclista me gusta especialmente. Pero también la presentación. Es cierto que el Jaiku "citadino" merecía un espacio en la historia; una gloriosa irreverencia necesaria.
¡Que se metan el kimono y la paciencia en el orto los ponjas estos!
Mis respetos.

El guardian de la maldita ota said...

muy bien amigo Homero (ouch!). El "j"aiku es un genero que garpa, asi lo supo Kerouac tambien. Vamos con los jaikus vernaculos, pero vernaculos de aca.

Maro said...

A mí los haikus me gustan. Incluso los orientales. Los que se parecen a las sentencias del Tao.
Y estos Jaikus que escribiste, Homero, me gustaron mucho.
El primero me parece genial. Es una historia de tres actos: el bondi que se llena, la nube de humo, y el desenlace a cargo de una madre que le tapa la cara a su criatura. Bravo! Me gusta. Así porque sí, me gusta.
Y además me hiciste acordar del viejo y destartalado 118. El que me trajo más de una vez desde la cancha del globito a Barrancas de Belgrano.
Pero no soy quemero; soy de Boca Jrs., y simpatizo con Mandiyú de Corrientes.