Wednesday, June 18, 2008

La Predicación de la Sardina



La luna llena de membrillo le robaba oscuridad a la noche
el viento quieto
las olas se escupían las unas a las otras como a sí mismas.

La sardina había reunido a la multitud al pie de la montaña que aplastaba al hijo de un hombre.

Los Doctores de la Ley espiaban con hambre a las moscas que revoloteaban alrededor de la sardina; los que no tenían oídos lloraban por no poder oír.

Un pájaro salió de su nido y empezó a cantarel segundo pájaro respondió.

La sardina se apiadó de la multitud y multiplicó las piedras mientras todos masticaban y se rompían los dientes porque eran muchos los llamados pero pocos los elegidos.

Hablaba pero nadie escuchaba porque la multitud tenía sueño después de haber comido tantas piedras.

Así llegaban otros pájaros

entre todos silbaron una sinfonía.


La montaña intentaba subirse al hombre

y la luna en su cena de membrillo no podía ver a los Doctores de la Ley espiando las moscas que esquivaban la compañía de los grillos.

El sirviente del centurión luchaba contra su espada que traía la paz y la sardina boqueaba a la multitud:

que se alegren los pacientes porque no tienen nada que esperar.


Los pájaros cantaron toda la noche

y cuando sintieron hambre salieron a buscar comida

Las olas lloraban porque el mar había perdido su sabor y las moscas volaban alrededor de los Doctores de la Ley que se quedaban bizcos al tratar de mirarlas.

Los sacerdotes en descomposición construían cuevas de ladrones con las piedras angulares mientras la sardina pedía alojamiento en algún pesebre y los ángeles no distinguían la cizaña del trigo y se encogían de hombros.


Los pájaros volaron alto, vieron las semillas al costado del camino
Y como tenían hambre las comieron.


01/07/99

2 comments:

Sancho said...

La verdá que argumental o conceptualmente no te puedo seguir el hilo,pero me encanta la sonoridad poética de esto; el contoneo bíblico, la rítmica sentenciosa, la irrupción de lo profano, empezando por la sardina misma, que aunque parezca mentira no nació en una lata.

Gilgalad said...

No es muy importante seguirle el ritmo argumental. De hecho yo lo sigo apenas, además no hay nada original en eso. Son partes de la Biblia un poco dibujadas nada más y con finales alterados.

Lo que yo también disfruto es lo mismo que vos disfrutás y lo único que me parece valioso.