Wednesday, January 30, 2008

Desayuno

No tomaba café, ni mate
ni te con leche,
ni yogurt con cereales.
No le entraba al Vascolet
ni desayunaba frutas frescas.
Prescindía de los huevos revueltos
la panceta
y los panes artesanales.
El viejo Frontini, antes de hundirse
en la carne de los chanchos
que había matado la tarde anterior
se sentaba en la galería del rancho,
mientras el sol buscaba su cielo,
y comenzaba a besar, con delicadeza,
la cerámica de Bols
hasta que el cuerpo se enderezaba
y la entrañas tenían
la tibieza justa
de la ginebra en la sangre.

1 comment:

Gilgalad said...

Impresionante. Me hace acordar a un taxista amigo, gallego, Inocente Loureiro, que tenía un Ford Fairlane y había peleado en la guerra civil.

Desayunaba igual que el viejo Frontini pero en lugar de ginebra lo hacía con Grapa de Orujo Valleviejo.

Y la panceta y los huevos.

No conoció los Cornflakes.

Fiera... me alucina como estás dandole a la letra.