Dentro del pecho la muerte esparce sus gusanos
Asi, como un arenero de plaza de postguerra,
el salvaje festín se produce sin testigos.
Y cuando esbozo una sonrisa y le digo al colectivero “unodenoventaporfavor”
Todo parece tan normal y sencillo como cuando mi abuela me preparaba un pan con miel en las tibias tardes campestres de mi infancia.
Y tal vez, así sea.
Tal vez esa película secreta acabe con la misma impertinencia con la que empezó.
La tarde se expande mas alla de la ventanilla;
Y sin buscarlo conseguí asiento de uno.
3 comments:
Qué lindo Raimond. Lo bueno, además, de que te hayas apresentado en este foro, avido de tu presencia.
Afiladisimo reimon, ya era hora que abandones la vagancia literaria.
jjeje.. no es vagancia literaria. Es falta de motivaciones para escribir. Pero bueno. Compartir con ustedes este bello espacio es una nueva motivación que no hay que desaprovechar. Abrazo
Post a Comment