Declaración de una anciana interrogada por el oficial del Kebiishi:
--Sí, señor; el cadáver es del hombre que se casó con mi hija. Él no era de la capital; fue samuraí en la ciudad de Kokufu, en la provincia de Wakasa. Su nombre es Takejiro Kanazawa y tenía veintiséis años. No, señor, él era una buena persona y no creo que haya sido víctima de alguna venganza.
¿Mi hija? Su nombre es Masagu, y tiene diecinueve años. Es impulsiva, pero dudo que haya conocido otro hombre aparte de Takejiro. Es de cutis moreno y su cara es pequeña, ovalada, y tiene un lunar cerca del ojo izquierdo.
Ayer, Takejiro y mi hija salieron para Wakasa. ¡Quién podía imaginar esta tragedia!
¡Qué será de ella! Pues si bien estoy resignada por la suerte de mi yerno, quisiera saber qué ha ocurrido con mi pobre hija.
¡Por los cielos, señores, no dejéis piedra sin remover hasta encontrarla!
A quien odio es a ese asesino, Tajömaru, o como se llame... A él, que no sólo es mi yerno, sino también a mi hija... [llora y no se entienden sus palabras].
--Sí, señor; el cadáver es del hombre que se casó con mi hija. Él no era de la capital; fue samuraí en la ciudad de Kokufu, en la provincia de Wakasa. Su nombre es Takejiro Kanazawa y tenía veintiséis años. No, señor, él era una buena persona y no creo que haya sido víctima de alguna venganza.
¿Mi hija? Su nombre es Masagu, y tiene diecinueve años. Es impulsiva, pero dudo que haya conocido otro hombre aparte de Takejiro. Es de cutis moreno y su cara es pequeña, ovalada, y tiene un lunar cerca del ojo izquierdo.
Ayer, Takejiro y mi hija salieron para Wakasa. ¡Quién podía imaginar esta tragedia!
¡Qué será de ella! Pues si bien estoy resignada por la suerte de mi yerno, quisiera saber qué ha ocurrido con mi pobre hija.
¡Por los cielos, señores, no dejéis piedra sin remover hasta encontrarla!
A quien odio es a ese asesino, Tajömaru, o como se llame... A él, que no sólo es mi yerno, sino también a mi hija... [llora y no se entienden sus palabras].
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