Friday, November 16, 2007

EN LA RUTA DE SEMILLA

Se despertó en un catre en movimiento, con los ojos húmedos y la Sopapa Maltesa atragantada. No recordaba haberse subido a un camión unas horas antes. Alcanzó a ver en el parabrisas del Scania la calcomanía brillante que decía “Avellaneda”, el banderín celeste y blanco, y las manos de Semilla con forma de volante. Vio todo pero no entendió nada. Hacía segundos estaba con la Sopapa en su cuarto de la isla, los dos doblados en un lodazal de sabanas húmedas y agitadas. Segundos donde se paseaba con su chica en una nube descapotable por la Quinta Avenida a doscientos kilómetros de furia y vértigo. Segundos donde sólo había Sopapa y cielo.

Pensó que quizás fue un error dejar el cómodo refugio que había encontrado con Tresdientes y los chanchos de Cuchillo Có. Al menos con él tenía algo en común: las ganas de fugarse de la incómoda realidad. Pero, como tantas veces sucede en la vida, no había forma de volver atrás.

Finalmente decidió pagar con palabras el boleto hacia alguna parte, que Semilla generosamente le había extendido.

- Adónde vas – preguntó Johnnie pasando del catre al asiento delantero.

- A Esquel – Dijo Semilla, sin mirarlo.

- ¿Y qué hay en Esquel?

- Nada.

- No es un mal lugar entonces.

- No, pero el invierno es largo y la nieve profunda. La terminas odiando. Cuando sos chico, en las películas, la nieve es mágica, inalcanzable. La nieve es el lugar cálido que da forma a las navidades únicas de los países del norte. Pero después de unos días de padecerla, se vuelve insoportable. No te deja caminar ni manejar, no te deja abrir la puerta de tu casa, perfora los zapatos y los gorros, congelándote la cabeza y las pelotas.

- En Nueva York nadie le prestaba atención a la nieve. Era un habitante más.

- En Esquel es el único habitante - sentenció Semilla.

3 comments:

Sancho said...

Muy bueno fiera. La frase final, en contrapunto con NY, excelente. Si me permitís un comentario, para mí
"-sentenció Semilla, con una contundencia irrefutable"
Gana aun mayor contundencia desadjetivamdo, clavando en un punto aparte. Osea: En Esquel es el único habitante - dijo Semilla."

La Fiera said...

Selente Sancho, coincido plenamente.

Gilgalad said...

Yo una de dos, o agrando el personaje de Semilla o le simplifico su penúltimo párrafo.

Me inclino por lo primero. Semilla podría ser algo así como el Gurú Zen del Transportismo, alguien que lee Foucault antes de acostarse en el catre. Un ex profesor universitario, asesino profugado que en su huída ve como se masacran leones y humanos en Etiopía y decide retirarse a su camión.